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Samudra Report

- :
0974-0007
- :
abril
- :
2014
El Gran Océano
SI de tus dones y de tus destrucciones, Océano, a mis manos
pudiera destinar una medida, una fruta, un fermento,
escogería tu reposo distante, las líneas de tu acero,
tu extensión vigilada por el aire y la noche,
y la energía de tu idioma blanco
que destroza y derriba sus columnas
en su propia pureza demolida.
No es la última ola con su salado peso
la que tritura costas y produce
la paz de arena que rodea el mundo:
es el central volumen de la fuerza,
la potencia extendida de las aguas,
la inmóvil soledad llena de vidas.
Tiempo, tal vez, o copa acumulada
de todo movimiento, unidad pura
que no selló la muerte, verde víscera
de la totalidad abrasadora.
—Pablo Neruda
Informe : TRABAJADORES MIGRANTES
Migrantes, pero humanos
Bangkok acoge un Diálogo Subregional sobre trabajo, migración y gestión pesquera destinado a reforzar la capacidad de las comunidades pesqueras
Los autores de este informe son Sebastian Mathew (icsf@icsf.net), asesor de programas del CIAPA, y Lean Deleon (information.sdf@gmail.com), encargado de relaciones públicas y campañas de la SDF
Del 11 al 13 de diciembre de 2013 tuvo lugar en Bangkok, Tailandia, el Diálogo Subregional sobre trabajo, migración y gestión pesquera, organizado por la Universidad de Chulalongkorn, en colaboración con la Fundación para el Desarrollo Sostenible (SDF), el Colectivo Internacional de Apoyo al Pescador Artesanal (CIAPA) y el Proyecto del Gran Ecosistema Marino de la Bahía de Bengala (BOBLME) de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la alimentación (FAO). Asistieron varios organismos intergubernamentales, como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el Centro de Desarrollo de la Pesca en el Sudeste Asiático (SEAFDEC), universidades, sindicatos, organizaciones de la sociedad civil (OSC), organizaciones no gubernamentales (ONG), representantes de los armadores y de la industria de...
Informe : TRABAJADORES MIGRANTES
Migrantes, pero humanos
Bangkok acoge un Diálogo Subregional sobre trabajo, migración y gestión pesquera destinado a reforzar la capacidad de las comunidades pesqueras
Los autores de este informe son Sebastian Mathew (icsf@icsf.net), asesor de programas del CIAPA, y Lean Deleon (information.sdf@gmail.com), encargado de relaciones públicas y campañas de la SDF
Del 11 al 13 de diciembre de 2013 tuvo lugar en Bangkok, Tailandia, el Diálogo Subregional sobre trabajo, migración y gestión pesquera, organizado por la Universidad de Chulalongkorn, en colaboración con la Fundación para el Desarrollo Sostenible (SDF), el Colectivo Internacional de Apoyo al Pescador Artesanal (CIAPA) y el Proyecto del Gran Ecosistema Marino de la Bahía de Bengala (BOBLME) de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la alimentación (FAO). Asistieron varios organismos intergubernamentales, como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el Centro de Desarrollo de la Pesca en el Sudeste Asiático (SEAFDEC), universidades, sindicatos, organizaciones de la sociedad civil (OSC), organizaciones no gubernamentales (ONG), representantes de los armadores y de la industria de transformación de la pesca, así como el Ministerio de Trabajo (MT) y el Departamento de Pesca (DP) de Tailandia.
La Convención sobre los trabajadores migratorios, 1990, define al pescador migrante como a “todo trabajador migratorio empleado a bordo de una embarcación registrada en un Estado del que no es nacional”. El Diálogo centró sus debates en los pescadores migrantes, reclamando de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) coherencia en el tratamiento de temas como la seguridad en el mar, las condiciones laborales y las medidas de ordenación pesquera. Como Tailandia es el país que más mano de obra migrante emplea en esta región (más del 80% de los pescadores embarcados en la flota tailandesa son nacionales de Birmania, Camboya y Laos), el coloquio giró en torno a la situación en Tailandia.
La primera jornada trató las experiencias y problemas de los pescadores migrantes. Comenzó con el testimonio de dos pescadores birmanos embarcados en arrastreros tailandeses. Surachai Meanthum, voluntario de la Fundación para la Promoción de los Derechos Laborales (LPN) compartió su experiencia de seis años a bordo de arrastreros tailandeses en aguas tailandesas e indonesias. Su trabajo consistía en lanzar, recuperar y reparar las redes, seleccionar y descartar pescado y camarones, y almacenarlo en bodega. En el barco apenas se prestaba atención sanitaria, a veces se infligían castigos físicos, la seguridad en el trabajo era insuficiente y varios pescadores cayeron al mar por enredarse en las redes.
La jornada de trabajo es larga, hasta 19 horas por día. El cansancio provocó varias peleas. Con la excepción del patrón, el segundo a bordo, el maquinista y el cocinero, la tripulación no está bien pagada. No hay constancia por escrito de la paga convenida. Según el acuerdo verbal, los marineros recibirían entre el 5 y el 10% del valor de la captura, una vez deducidos los gastos de combustible.
Muchísimo trabajo
La comunicación con el armador se realiza por vía de intermediarios. Para hacer trabajar al máximo a los marineros, se les amenaza con retirarles parte de la paga. El pescador tiene libertad para embarcarse en los buques de suministro (que traen alimentos, combustible y otros géneros desde tierra firme al pesquero y llevan la carga del pesquero al mercado) y regresar a puerto, pero en ese caso no reciben paga alguna.
El segundo testigo fue Ko Ko Aung, pescador birmano y vicepresidente del Sindicato de Comercio Marítimo de Birmania (MMTU), que afirmó que los pescadores migrantes están sometidos a enormes presiones mientras trabajan, siendo sus condiciones de trabajo mucho peores que las de los inmigrantes en tierra firme. Existen casos de inmigrantes contratados por intermediarios en virtud del Memorando de Acuerdo (MOU) entre Tailandia y Birmania para trabajar en plantas industriales tailandesas que son víctimas de trata y enviados a pescar.
Aunque cada marinero recibe un carné profesional, a menudo el documento está falsificado, faltando una fotografía válida e identificable del pescador y la información sobre las prestaciones a que tendría derecho en caso de accidente a bordo. Hasta los enfermos son obligados a trabajar. Según relató Aung, los inmigrantes son transferidos a otros buques en alta mar, de manera que la tripulación migrante que regresa al puerto tailandés después de una expedición pesquera a la zona contigua puede ser menos numerosa que la que zarpó.
Bandit Thanachaisetavuth, director de la Fundación Arompongpangan, comentó que las normas laborales generales de Tailandia no se aplican a los asalariados de la pesca, la agricultura, el transporte (incluido el marítimo) o el trabajo doméstico, sectores dotados de normas particulares que los amparan. El derecho al salario mínimo no se aplica a los pescadores. Tailandia promulgó el Reglamento Ministerial núm.10 de 1998 para proteger a los pescadores marinos, incluidos los migrantes, remunerados con un salario o una parte del valor de la captura. Sin embargo, este decreto regula únicamente los pesqueros que operan desde Tailandia y solo cuando llevan más de 20 trabajadores a bordo.
Consecuentemente, no se aplica a los pesqueros que operan de forma continuada fuera de las zonas marítimas tailandesas durante al menos un año, o que contratan a menos de 20 pescadores. El cálculo de los honorarios juega a favor del empleador, no del trabajador, ya que éste no es capaz de estimar el valor real de la captura. Según afirmó Thanachaisetavuth, los pescadores no tienen poder de negociación y son explotados.
El Reglamento facilita detalles sobre edad de trabajo, forma de pago, días festivos, vacaciones anuales, y los registros que el empleador está obligado a llevar y presentar para su inspección. Sin embargo, Thanachaisetavuth opina que en realidad estos documentos probablemente no existan. Los pescadores tienen derecho de presentar una denuncia al Departamento de Protección Laboral y Bienestar (DPLB) del MT, cuando esas normas no se respeten.
Los trabajadores inmigrantes disfrutan del derecho a fundar sindicatos, conformemente a la Ley de Relaciones Laborales de Tailandia de 1975. Los pescadores migrantes documentados o registrados pueden afiliarse a dichos sindicatos, pero no ser elegidos o nombrados para ocupar cargo alguno. Los inmigrantes afiliados a los sindicatos tienen derecho a hacer huelga contra la legislación discriminatoria. Los pescadores migrantes no documentados o no registrados, sin embargo, no pueden afiliarse ni fundar asociaciones o sindicatos. En cuanto a la seguridad social, los derechos garantizados por la legislación tailandesa respectiva no se aplican a la agricultura, la pesca o la ganadería, como señaló Thanachaisetavuth.
Satian Tunprom, miembro del comité de la Red de Acción para Migrantes (ANM), comentó que los sindicatos dividen a los trabajadores migrantes en dos secciones: los que operan en empresas pesqueras y los empleados en cualquier otro sector. Los sindicatos representan solo la mano de obra industrial. En Tailandia apenas existen sindicatos activos en el sector pesquero, ya que hay pocos asalariados tailandeses. Sin embargo, los sindicatos y federaciones sindicales tailandeses empiezan ahora a apuntar a sectores como el de la pesca, sobre todo para ayudar a los pescadores migrantes desamparados o explotados.
Tunprom destacó la necesidad de conocer a fondo la dimensión laboral de la pesca en las aguas nacionales e internacionales, así como en las actividades de tierra firme, como la transformación. Es frecuente soslayar la protección sanitaria y social de los pescadores migrantes. No existe ningún MOU con otros países, como Birmania, Camboya y Laos, que proporcionan trabajadores a la pesca. Por lo tanto, en un país como Tailandia, que importa mano de obra, conviene invertir en la formación de los pescadores migrantes acerca de las operaciones pesqueras y la seguridad a bordo.
Actualmente no se facilita formación alguna a los pescadores antes de embarcar: aprenden el oficio sobre la marcha. Tampoco se imparten cursos de supervivencia ni se inspeccionan los pesqueros en el mar para comprobar si respetan las medidas de seguridad o de higiene a bordo, según comentó Tunprom.
Las normas y leyes de pesca de Tailandia deberían traducirse, por ejemplo, del tailandés al birmano o al khmer. Los pescadores migrantes deben saber a quién deben contactar en caso de emergencia. Se deben elaborar listas de tripulantes para permitir el contacto rápido con los familiares de un pescador accidentado.
Resulta importante contar con mecanismos de protección jurídica operativos, y mejorar la comunicación con los pescadores migrantes a fin de reforzar su tutela, sobre todo en asuntos de salud y de asistencia letrada.
Tunprom insistió en que convendría definir con más claridad términos como “remuneración”, “salario”, “seguridad social”, “fondo de seguridad social”, o “fondo de compensación de los trabajadores” en el contexto tailandés. La Ley de Seguridad Social de Tailandia de 1990 protege únicamente a los trabajadores con condición de asalariados. Como los pescadores, nacionales o migrantes, no reciben un salario sino una remuneración o una parte del valor de la captura, no están asegurados. Tampoco pueden cotizar al Fondo de la Seguridad Social. Así que no pueden recibir las prestaciones de seguridad social que sí reciben los asalariados.
A diferencia del Fondo de la Seguridad Social, en el que cotizan los empleadores, los trabajadores y el gobierno, el Fondo de Compensación de los Trabajadores, que se utiliza para pagar a los trabajadores en caso de accidentes o enfermedades laborales, se nutre exclusivamente de las cotizaciones de los empleadores. Aunque los pescadores migrantes tienen derecho a las prestaciones de este segundo Fondo, la compensación suele ser escasa, según manifestó Tunprom, añadiendo que las disposiciones de seguridad social deberían cubrir también a los pescadores migrantes.
Thanachaisetavuth afirmó que a pesar de que Tailandia depende de la mano de obra inmigrante, y de que los dirigentes sindicales del país conocen las prácticas que discriminan a estos trabajadores, la mayor parte de los miembros de los sindicatos muestran prejuicios contra ellos: creen que los inmigrantes les quitan el trabajo, suponen un peligro para el orden público y la seguridad social y contagian enfermedades, y por lo tanto no merecen el mismo nivel de protección que los nacionales tailandeses.
Sindicatos
No obstante, algunas fábricas proporcionan protección social y permiten a los trabajadores migrantes afiliarse a los sindicatos, pero no integrar los comités de gestión. Es imperativo mejorar la legislación vigente para que reconozca los derechos de los trabajadores migrantes a constituir sus propios sindicatos, y aumentar así su poder de negociación, según observó Thanachaisetavuth.
Somprong Srakaew, director de Migración y Lucha contra la Trata de la LPN, explicó que no se conoce bien el número real de pesqueros, de buques de suministro (los que traen las capturas a puerto) o de pescadores embarcados, ni los tipos de pesqueros. Se han dado casos de trabajo forzoso a bordo de pesqueros tailandeses en todo tipo de operaciones. No existen cálculos fiables del número total de trabajadores migrantes en Tailandia o embarcados en buques tailandeses (a bordo de pesqueros o en tránsito en los buques de suministro), ya que muchos marineros utilizan documentos o pasaportes falsos a fin de presentarse engañosamente como ciudadanos tailandeses. Otros falsifican documentos de su propio país para atribuirse una identidad nacional.
Aunque hubiera MOU entre Tailandia y Birmania y entre Tailandia y Camboya para la contratación de trabajadores migrantes, la inmigración irregular hacia el sector pesquero seguiría siendo alimentada por algunos armadores tailandeses que no pueden permitirse pagar salarios o remuneraciones adecuadas a los pescadores, ya sean tailandeses o migrantes, como afirmó Srakaew. Se verían obligados a abandonar la pesca, si tuvieran que abonar los salarios corrientes. Los problemas de los pescadores migrantes solo podrían resolverse con la colaboración de los armadores. Sin embargo, más de dos terceras partes de los pesqueros no constan en los registros y a muchos armadores les importa poco resolver las dificultades de los inmigrantes, según afirmó.
Satian Tunprom, de la ANM, instó a capacitar a los pescadores migrantes a fin de darles soltura en sus negociaciones con los empleadores. El Convenio sobre el trabajo en la pesca, 2007 (C188), podría ayudarles a reclamar mejores condiciones de trabajo y repatriación. Insistió en que los trabajadores de la pesca, tanto nacionales como migrantes, deberían colaborar para lograr la ratificación del Convenio.
La segunda jornada del Diálogo comenzó con una sesión interactiva entre todos los departamentos e instituciones que en mayor o menor medida intervienen en temas laborales del sector pesquero. Abrió la sesión Sunee Chaiyaros, vicepresidenta de la Comisión de Reforma Legislativa de Tailandia (LRCT), abogando por lograr que los pescadores tailandeses o migrantes no sean objeto de trata o de trabajo forzoso. El trabajo en la pesca no debe ser considerado como atípico, y el amparo que la ley general ofrece a los trabajadores debe extenderse asimismo a los pescadores, sobre todo en el momento de la contratación y para asegurar el disfrute de un salario mínimo de 300 bat tailandeses diarios (10 dólares). Los empleadores deberían pagar al menos el salario mínimo. Chaiyaros informó asimismo a los participantes de una enmienda recientemente propuesta a la Ley de Relaciones Laborales, 1975, que permitirá a los trabajadores migrantes formar sus propios sindicatos.
Max Tuñón, encargado jefe de programa y coordinador de proyecto de la Acción Tripartita para proteger a los trabajadores migrantes de la explotación laboral (TRIANGLE), de la OIT, afirmó que varias disposiciones del Convenio C188 constituyen puntos de referencia para el desarrollo de normativas laborales nacionales o la reforma de normas como el Reglamento núm. 10 de Tailandia. Se trata de cinco disposiciones, por lo menos: las relativas a edad mínima, horas de descanso a bordo del pesquero, acuerdo de trabajo del pescador, lista de marineros y pago de los trabajadores.
Las de edad mínima se refieren al tipo de actividades que pueden o no pueden ser ejecutadas por niños de edades comprendidas entre los 15 y los 18 años.Según dijo Tuñón, Tailandia debería definir las categorías de faenas que pueden desempeñar los niños a bordo de un pesquero, teniendo en cuenta la lista de actividades peligrosas para la infancia establecida conjuntamente por la OIT y la FAO, como el trabajo nocturno, la pesca en condiciones meteorológicas inclementes, la pesca de altura, o el buceo.
Cuando se revise el Reglamento núm. 10 deberían tomarse en consideración las horas de descanso mínimas prescritas por el Convenio C188 para las embarcaciones que permanecen en el mar más de tres días seguidos, a fin de proteger tanto a los pescadores nacionales como a los migrantes. Los acuerdos laborales basados en el C188 pueden brindar al pescador una mayor protección, ya que establecen normas sobre horas de trabajo, salarios y deducciones, y regularidad de los pagos.
El texto del C188 sobre la lista de tripulantes es relevante para lostrabajadores migrantes transferidos a otros pesqueros en alta mar, ya que establece un vínculo entre el buque, el patrón y el pescador, en opinión de Tuñón. El Reglamento núm. 10 exige que los armadores con más de 20 pescadores en plantilla entreguen la lista al DPLB, pero en la práctica este requisito no es de obligado cumplimiento. Convendría respetarlo más para proteger mejor a los pescadores.
Tuñón señaló asimismo que tanto el convenio 188 como el Reglamento núm. 10 estipulan que el pescador debe recibir un salario base, con periodicidad mensual o al menos regular, amén de una compensación cuando se vea afectado por una enfermedad profesional. El empleador debe asimismo llevar una hoja de pagos donde consten la periodicidad de los mismos y las cantidades abonadas, que presentará en caso de inspección laboral.
Magnus Torell, asesor de alto nivel del SEAFDEC, señaló que en el sudeste asiático existe la opinión generalizada de que no es necesario discutir la dimensión laboral de la pesca. Cada vez hay más pescadores y trabajadores de la pesca migrantes reclutados para desempeñar las más diversas tareas de la pesca. Así, en Tailandia, el número total de pescadores y trabajadores de la pesca migrantes probablemente supere un millón, aunque no existe una evaluación general del número real de personas que participan de forma directa o indirecta, a tiempo completo o parcial, como patrones-armadores o como mano de obra asalariada en el sudeste asiático.
La cifra total de pescadores y trabajadores de la pesca, incluyendo los pescadores migrantes (hombres en su mayor parte) y los trabajadores de la pesca migrantes (sobre todo mujeres) está enormemente subestimada en la región. Para que el régimen de ordenación pesquera tenga una sólida dimensión social, conviene saber hasta qué punto dependen de la pesca los trabajadores nacionales y los migrantes, según comentó.
Derechos de los pescadores
Los derechos de los pescadores y trabajadores de la pesca, incluidos los migrantes, no se definen únicamente en instrumentos jurídicos internacionales, sino que también se encuentran implícitos en documentos estratégicos a escala regional, como el Programa Sociocultural de la Comunidad ASEAN de 2009 o el Programa Estratégico y de Seguridad de la Comunidad ASEAN de 2009. La Declaración sobre protección y promoción de los derechos de los trabajadores migrantes de la ASEAN de 2007 y la Declaración de Derechos Humanos de la ASEAN de 2012 tienen asimismo relevancia para la tutela de los derechos de los pescadores migrantes. Como señaló Torell, existen varias manifestaciones al máximo nivel político dirigidas a la protección de los trabajadores migrantes.
Como las agencias de pesca en la región ASEAN no están bien dotadas para tratar de asuntos laborales, conviene capacitarlas para que puedan hacerlo, en cooperación con las instituciones competentes en dichos temas. La ordenación pesquera y la protección laboral deben combinarse, como ocurre en Filipinas, donde la concesión de una licencia de pesca está supeditada a la demostración del cumplimiento de la legislación laboral nacional aplicable a la tripulación a bordo del pesquero.
Torell comentó que convendría alentar la recogida en intercambio de información a fin de facilitar los acuerdos bilaterales y multilaterales de formación y capacitación. Habrá que esforzarse por identificar el tipo de datos necesarios para establecer la situación inicial acerca de los desplazamientos y las condiciones de vida y de trabajo de los trabajadores migrantes, de acuerdo con las normas nacionales e internacionales.
Sitthichai Wareechanaron, del Departamento de Empleo del MT, afirmó que su departamento presta especial atención al sector pesquero, ya que al parecer da empleo a víctimas de trata. Tailandia, que en el pasado era un país exportador de mano de obra, ahora es importador neto, y en el sector pesquero escasea el personal. A raíz de la Resolución del Gabinete de 9 de octubre de 2012 para prevenir y eliminar la trata de personas, el Departamento está instalando Centros Provinciales de Coordinación Laboral (CPCL) en siete provincias para que armonicen los procedimientos de contratación y registro de pescadores migrantes a bordo de pesqueros de las 22 provincias litorales.
Wilaiwan Koykaewpring, responsable técnico de asuntos laborales en la oficina de protección laboral, DPLB, MT, explicó que en Tailandia existen seis instancias competentes en temas de empleo, condiciones laborales, protección laboral y seguridad en el mar, a saber: (i) el DPLB, encargado de las inspecciones en tierra y en los barcos con miras a prevenir el trabajo infantil, la trata y el trabajo forzoso; (ii) la Oficina de Inmigración, que comprueba la situación jurídica de los pescadores embarcados e intercepta a los inmigrantes sin papeles; (iii) el Departamento de Empleo, que registra a los pescadores migrantes y comprueba o prorroga sus permisos de trabajo; (iv) el Departamento Marítimo del Ministerio de Transporte, que inspecciona los pesqueros y expide las licencias y certificados de registro a los buques en condiciones de navegar, así como las licencias a los patrones; (v) el DP, que emite las licencias de artes de pesca; y (vi) la Oficina Provincial de Salud Pública, que supervisa la situación sanitaria a bordo de los pesqueros y comprueba si hay epidemias.
La policía marítima y la marina tailandesa vigilan, en nombre del DPLB, las prácticas laborales, así como las condiciones de trabajo y de seguridad a bordo de los pesqueros, la lista de tripulación y los permisos de trabajo, amén de comprobar si el buque responde a los requisitos de un lugar de trabajo. También se realizan inspecciones en colaboración con las organizaciones patronales, como la Asociación de Productos Congelados, la Asociación de Camaroneros, y la Asociación Nacional de Pesca de Tailandia (NFAT), que agrupa a los armadores.
El DPLB, junto con la OIT, la LRCT y la NFAT, está actualmente revisando el Reglamento Ministerial núm. 10, desde la óptica del C188 y otros tratados internacionales, al tiempo que prepara unas directrices de buenas prácticas laborales para la pesca.
Waraporn Prompoj, experta en asuntos pesqueros internacionales del DP, afirmó que en Tailandia existen alrededor de 400.000 pescadores y trabajadores de la pesca y la acuicultura. También hay 45.000 pesqueros comerciales registrados, aunque no todos están operativos. Se han expedido alrededor de 20.000 licencias de artes de pesca.
Condiciones de trabajo
El DP ha preparado un plan de acción en diez fases para corregir problemas laborales y promover mejores condiciones de trabajo en el sector pesquero tailandés. El DP intenta legalizar a los pescadores inmigrantes irregulares en colaboración con el MT y con el sector privado, ya que reconoce que la industria pesquera depende del personal migrante. Se está procediendo actualmente al registro de trabajadores migrantes, que continuará hasta mayo de 2014. Los pescadores inmigrantes registrados tienen derecho a prestaciones sociales y seguridad social. Se expedirán tarjetas de identidad a los pescadores migrantes registrados, válidas durante un año a partir de la fecha de inscripción. En virtud de los MOU bilaterales, el MT está considerando la importación de mano de obra mediante los CPCL.
El profesor Surichai Wun’gaeo, de la Universidad de Chulalongkorn afirmó que la trata de personas se ha transformado en un grave problema en la pesca. En el Diálogo de Bangkok no se discutió más que la punta del iceberg, en su opinión. Aunque a los organismos que tratan el tema les falta personal y les sobra trabajo, es imprescindible que hagan un esfuerzo por colaborar. El problema reclama nuevos métodos de colaboración, y es necesario desplazarlo de la periferia hacia el centro del escenario.
Satian Tunprom, de la ANM, afirmó que a fin de satisfacer la escasez de mano de obra en el sector pesquero, Tailandia debería conceder una amnistía a todos los pescadores migrantes. Todos deberían pasar de “indocumentados” a “documentados” después de comprobar su nacionalidad. Es necesario contar con acuerdos escritos y vinculantes de trabajo entre el empleador y el pescador para que éste disfrute de mayor protección laboral. La contratación de trabajadores migrantes debería canalizarse mediante MOU que establezcan el tipo y las condiciones de trabajo. De esta forma los países de origen podrían preparar adecuadamente a los trabajadores.
Tunprom propuso que los armadores de pesqueros contribuyan al Fondo de Compensación de los Trabajadores, ya que actualmente están exentos de esta obligación, y que la Ley de Relaciones Laborales de 1975 derogue la cláusula de “nacionalidad tailandesa por nacimiento” para permitir a los trabajadores migrantes, incluidos los del sector pesquero, fundar y dirigir un sindicato. Tailandia debería ratificar el Convenio de la OIT sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación, 1948 (C87) y el Convenio de la OIT sobre el derecho de sindicación y negociación colectiva de 1949 (C98).
Waraporn Prompoj, del DP, afirmó que sería interesante cooperar con países vecinos con miras a establecer un plan de acción para educar a aquellos trabajadores que potencialmente van a embarcarse en pesqueros tailandeses, para explicarles el funcionamiento de la industria pesquera tailandesa y los regímenes de protección social de los pescadores migrantes, e impedir que sean víctimas de la trata.
Magnus Torell, asesor de alto nivel del SEAFDEC, comentó que, aunque resulta claro que hay que hacer algo, no está tan claro cómo se pueden corregir los temas identificados de una manera coherente. Para abordar un tema nuevo, se suelen crear nuevas instituciones utilizando un lenguaje que pocos entienden. El problema de los pescadores migrantes afecta a las personas y en Tailandia debe contemplarse en el contexto regional de la comunidad ASEAN y de las relaciones internacionales, teniendo en cuenta los sectores de transformación y comercio. Desde la óptica del sector pesquero, se impone la aplicación de las normas existentes y la reducción del margen para las actividades ilegales. Sugirió la conveniencia de pasar a un nivel subregional y de implicar a diferentes instituciones nacionales.
Legislación actual
Kamolsak Lertpaiboon, de la NFAT, afirmó que llevará bastante tiempo lograr que el sector pesquero tailandés empiece a pensar en la adopción de normas internacionales. Según dijo, la mayor parte de los pesqueros y las operaciones pesqueras tailandesas son legítimas. La legislación vigente, incluida la relativa a la inmigración, debe ser enmendada para abarcar todos los problemas. El sector debe adaptarse y utilizar buenas prácticas para mejorar el conocimiento de los empleadores y los pescadores sobre las condiciones de trabajo y la seguridad en el mar.
Durante la tercera jornada los debates giraron en torno a la preparación de un plan de acción que ampare a los trabajadores migrantes en los pesqueros tailandeses. Nalini Nayak, miembro del CIAPA, destacó que la pesca sostenible y las prácticas laborales responsables resultan esenciales para mejorar las perspectivas de negocio, trabajo, sustento y seguridad alimentaria derivadas de la pesca. Si algunos de los participantes en el Diálogo solo trabajan en su propio país, otros actúan a escala regional o internacional. Algunos, con un foco exclusivo en la pesca, otros con especial interés en los asuntos laborales.
El Diálogo reconoció que los problemas de los pescadores migrantes son multidimensionales, destacando la necesidad de ampliar la perspectiva de las OSC y las ONG, así como la de las autoridades pesqueras y laborales. En su opinión, los participantes deberían examinar de qué manera puede cada uno de ellos contribuir a la mejora de las dimensiones pesquera y laboral. Los procedentes del sector pesquero, preocupados más bien por las redes y los caladeros, deberían pensar de qué manera pueden favorecer las normas laborales a la pesca, mientras que los procedentes del mundo sindical, normalmente volcados en los temas laborales, deberían meditar cómo pueden las normas pesqueras solventar los problemas laborales. Tailandia es la gran plataforma del sudeste asiático para la circulación transfronteriza de trabajadores migrantes. Conviene tender puentes que también crucen las fronteras.
Sebastian Mathew, asesor de programas del CIAPA, señaló que la provisión de programas formativos sobre el manejo de redes, según el artículo 31 del C188, podría ampliarse para responder al doble objetivo de que los propios pescadores impartan sus conocimientos sobre sus zonas de pesca y conozcan sus obligaciones de conservación y ordenación. De esta forma no solo se familiarizarían con el manejo seguro de los pesqueros y los aparejos o con las condiciones de trabajo, sino también con los problemas de la conservación y la ordenación de la pesca.
Adisorn Kerdmongkol de la ANM comentó que desde la óptica de una OSC tailandesa, y al hilo de lo que se escuchó en las dos primeras jornadas, se podría destilar un plan de trabajo de siete puntos articulados en tres categorías, a saber: (i) contratación y empleo en el sector pesquero; (ii) protección laboral, y (iii) mecanismos regionales y colaboración con instituciones de investigación y universidades.
1. Contratación y empleo en el sector pesquero
En primer lugar, los pescadores, incluidos los pescadores migrantes, deben estar amparados por un contrato o un acuerdo de trabajo, por escrito, cuando son enrolados para trabajar a bordo de un pesquero.
En segundo lugar, en los estados de origen de los trabajadores migrantes deberán establecerse redes que les preparen y ayuden antes de emigrar. Se aludió específicamente al MMTU y a la Red de Defensa de los Derechos de los Trabajadores Migrantes (MWRN), en el contexto de Birmania y Tailandia. A escala regional podrían implicarse la OIT, la OIM y el SEAFDEC.
2. Protección laboral
En tercer lugar, el Reglamento Ministerial núm. 10 de Tailandia debe modificarse siguiendo la propuesta de enmienda preparada por el MT en colaboración con la LRCT y con la OIT, que está actualmente en curso de consulta pública.
En cuarto lugar, deberá continuar la colaboración con los CPCL para proteger a la mano de obra del sector pesquero, así como facilitar el acceso a la información sobre la protección laboral en la peca.
Quinto, en vez de dejarle margen discrecional a la policía marítima y a la armada tailandesa, se creará un cuerpo de inspectores de trabajo, conocedores de la pesca y de la situación de la mano de obra en el sector, a fin de velar por la protección de los trabajadores a bordo de los pesqueros. Estos inspectores tendrán que recibir un módulo de formación.
3. Mecanismos regionales y colaboración con instituciones de investigación y universidades
En sexto lugar, el sector pesquero debe someterse a la Norma Laboral de la ASEAN, que actualmente prepara la LRCT.
Por último, conviene alentar la colaboración entre organizaciones como el SEAFDEC y las instituciones universitarias y de investigación, para centrarse en los problemas del empleo y del trabajo en el sector pesquero.
Ravadee Prasertcharoensuk, directora ejecutiva de la SDF y miembro del CIAPA se preguntó acerca de las ventajas que aportaría a los pescadores la reforma del Reglamento núm. 10. Satian Tunprom, de la ANM, aclaró que la enmienda propuesta eliminaría las cláusulas particulares que a menudo excluyen de su ámbito de aplicación a los pescadores migrantes y les aportaría beneficios directos, sobre todo porque les permite regularizar su situación, tener acceso a los mecanismos de protección y asistencia social, mayor transparencia en su remuneración y exigir mayor responsabilidad de los armadores. La adopción de estas medidas traería consigo una mayor permanencia de los trabajadores a bordo de los pesqueros, en su opinión. Se propuso que el movimiento sindical de Tailandia respalde la reforma del Reglamento Ministerial núm. 10.
Prasertcharoensuk propuso igualmente alentar la vía de los MOU entre estado de origen y estado de contratación de los trabajadores migrantes (como Birmania, Camboya, Laos y Tailandia), además de regularizar y dar documentos legales a los pescadores migrantes de Tailandia.
Sebatian Mathew del CIAPA opinó que un país que recibe inmigrantes, como Tailandia, debería ser el punto de partida para abordar el problema de los trabajadores migrantes. La contratación de inmigrantes irregulares a bordo de los pesqueros tailandeses podría evitarse si la NFAT y la Asociación de Pesca Internacional de Tailandia (TOFA), otra asociación de armadores, ordenasen a sus miembros que solo contraten a inmigrantes en situación regular a bordo de sus pesqueros. Si se colman las lagunas por donde se cuela la contratación ilegal en la pesca, las condiciones de trabajo mejoran automáticamente.
Magnus Torell, del SEAFDEC, apostilló que no hay que reformar solo las normas laborales tailandesas, también las normas pesqueras, a fin de corregir los problemas reales y actuales del sector.
Ravadee Prasertcharoensuk, de SDF/CIAPA, preguntó cómo pueden las OSC ayudar a la LRCT a preparar una norma laboral ASEAN que incluya al sector pesquero. Sarawut Pratoomraj, encargado de la reforma legislativa de la LRCT, comentó que se ha creado un subcomité en la LRCT para preparar dicha norma a escala ASEAN. Las lecciones aprendidas durante el Diálogo de Bangkok podrán usarse para definir normas de trabajo. Una vez que el proyecto de norma esté listo, se hará circular públicamente para recabar comentarios.
A fin de hacer avanzar las cosas, Adisorn Kerdmongkol, de ANM, afirmó que se debería crear un pequeño grupo de trabajo en Tailandia, coordinado por Ploenpit Srisiri, miembro del comité director de la Fundación Arompongpangan. La ANM continuaría el trabajo del Diálogo mediante reformas legales, proyectos piloto, CPCL, formación y capacitación. Solicitó ayuda al SEAFDEC para implicar a los gobiernos de Birmania y Camboya, sobre todo para lograr que la sociedad civil y el gobierno colaboren en la ejecución del plan de acción.
Al recapitular los debates, Ravadee Prasertcharoensuk, SDF/CIAPA, comentó que se había decidido empezar la capacitación necesaria para lograr la legalización de los pescadores migrantes y para desplegar mecanismos de protección laboral en siete provincias costeras, cuatro de las cuales colaborarán con el grupo de trabajo de Tailandia.
El grupo de trabajo también facilitará el acceso a la información de los trabajadores migrantes, documentando y regularizando a los trabajadores migrantes, y transmitiendo las quejas a las autoridades en los casos de condiciones laborales insuficientes. Las actividades del grupo de trabajo se revisarán al cabo de un año, para vigilar el progreso realizado. El grupo de trabajo cooperará con la LRCT para incorporar principios de derechos humanos en la norma laboral ASEAN.
Al final Sebastian Mathew agradeció en nombre del CIAPA a todos los presentes su participación en el Diálogo, comentando que “los pescadores migrantes son la fuerza motriz de la pesca en Tailandia: deben ser tratados con respeto, ya que son seres humanos con toda su dignidad”.
Más información
www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---asia/---ro-bangkok/documents/publication/wcms_220596.pdf
Prácticas de empleo y condiciones de trabajo en el sector pesquero de Tailandia
http://ejfoundation.org/sites/default/files/public/EJF_Slavery-at-Sea_report_2014_web-ok.pdf
Esclavitud en el mar: el eterno problema de la trata de trabajadores en la industria pesquera tailandesa
www.iom.int/cms/en/sites/iom/home.html
Organización Internacional para las Migraciones
www.ilo.org/global/topics/labour-migration/lang--en/index.htm
Organización Internacional del Trabajo