Entrevista : SINDICATOS
Unidos en la lucha
El primer sindicato de trabajadores migrantes de la pesca de Taiwán ha dado grandes pasos en la defensa de los derechos de los trabajadores
La autora de esta entrevista, celebrada en Bangkok en diciembre de 2013, es Nalini Nayak (nalini.nayak@gmail.com), miembro del CIAPA
Aunque los trabajadores migrantes se han convertido últimamente en la fuerza motriz del sector pesquero en Asia, siguen siendo un grupo sometido a explotación, al que se niega la posibilidad de movilizarse sindicalmente en varios Estados de pabellón. A principios de los años noventa, el Colectivo Internacional de Apoyo al Pescador Artesanal (CIAPA) intentó abordar los problemas de los pescadores migrantes filipinos embarcados en pesqueros de Taiwán, sin lograr que se avanzase mucho. Posteriormente el CIAPA hizo importantes contribuciones al proceso que culminó con el Convenio sobre el trabajo en la pesca, 2007, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La presente entrevista a Allison Lee, secretaria general del Sindicato de Pescadores Migrantes Su-Ao de Taiwán tuvo lugar en un encuentro reciente sobre trabajo, migración y gestión pesquera, celebrado en Bangkok.
¿Cómo empezó su trabajo con los pescadores migrantes?
La verdad es...
Entrevista : SINDICATOS
Unidos en la lucha
El primer sindicato de trabajadores migrantes de la pesca de Taiwán ha dado grandes pasos en la defensa de los derechos de los trabajadores
La autora de esta entrevista, celebrada en Bangkok en diciembre de 2013, es Nalini Nayak (nalini.nayak@gmail.com), miembro del CIAPA
Aunque los trabajadores migrantes se han convertido últimamente en la fuerza motriz del sector pesquero en Asia, siguen siendo un grupo sometido a explotación, al que se niega la posibilidad de movilizarse sindicalmente en varios Estados de pabellón. A principios de los años noventa, el Colectivo Internacional de Apoyo al Pescador Artesanal (CIAPA) intentó abordar los problemas de los pescadores migrantes filipinos embarcados en pesqueros de Taiwán, sin lograr que se avanzase mucho. Posteriormente el CIAPA hizo importantes contribuciones al proceso que culminó con el Convenio sobre el trabajo en la pesca, 2007, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La presente entrevista a Allison Lee, secretaria general del Sindicato de Pescadores Migrantes Su-Ao de Taiwán tuvo lugar en un encuentro reciente sobre trabajo, migración y gestión pesquera, celebrado en Bangkok.
¿Cómo empezó su trabajo con los pescadores migrantes?
La verdad es que yo no sé gran cosa de pesca. En Taiwán trabajaba con mujeres extranjeras casadas, residentes en Taiwán, que tienen problemas para integrarse. Mi esposo es filipino, pero no es un trabajador migrante. Nos casamos cuando estuve en Filipinas. Ahí empecé a darme cuenta de la existencia de los trabajadores ilegales. Como entonces yo trabajaba para el Departamento de Trabajo del gobierno, comencé a interesarme por el tema. A partir de los casos que me llegaban entendí que no había ninguna ley que protegiese a los trabajadores inmigrantes, que no pueden fundar sindicatos en Taiwán. Me quedé desconcertada cuando los inmigrantes me contaban la explotación que sufrían de los patrones de pesqueros taiwaneses. Dimití de mi puesto y empecé a proponer enmiendas a la Ley de Servicios de Empleo, a través de la Red de Derechos Laborales. Eso fue hace unos diez años. En 2012 conseguimos, por fin, que la ley se reformase. Aunque se destina a los nacionales de Taiwán, incluye varias categorías especiales: así, el artículo 46.7 se aplica a la tripulación de la marina mercante, y el 46.8 a la flota de pesca marítima. La Ley establece asimismo las condiciones de servicio de los trabajadores.
¿Cómo puso en pie el sindicato?
No fue nada fácil. La mayor parte de los trabajadores migrantes son reclutados por agentes que los mantienen en régimen de cautiverio. Y si el trabajador, por poner un ejemplo, pierde un brazo en un accidente a bordo del pesquero, le despiden. Yo me ocupé de uno de estos casos y logré una indemnización de 3 millones de nuevos dólares taiwaneses (unos 3.000 dólares estadounidenses), más el pasaje de vuelta a casa del trabajador. Este proceso me ganó la confianza de los trabajadores, que empezaron a creer en el estado de derecho. Los obreros desconocen, en gran medida, la ley y sus derechos. Incluso los departamentos del gobierno no entienden la complejidad del trabajo en la pesca y no se molestan en hacer cumplir la ley.
Como mi marido es de Filipinas, le pedí ayuda para explicar el problema a los trabajadores. Con cada caso de abuso que me llegaba me hacía una mejor idea de su situación, e intentaba transmitírsela. Enseguida empezamos a reunirnos con ellos, con la idea de fundar una organización sindical. No fue fácil, porque suelen pasar mucho tiempo embarcados. Los trabajadores filipinos tienen mayor conciencia política y al conocer mejor sus derechos, enseguida toman la iniciativa. En febrero de 2013 registraron el Sindicato de Pescadores Yilan. Ahora se reúnen periódicamente y con el apoyo de una fundación, el sindicato ha abierto una oficina y un albergue para alojar a los trabajadores cuando están en tierra. De momento los miembros del sindicato son todos filipinos. Pero la mayor parte de los marineros inmigrantes embarcados en los pesqueros son indonesios, así que tenemos que ver de qué forma podemos movilizarlos también.
¿Podría explicarnos mejor cómo protege la nueva ley los derechos de los trabajadores migrantes?
La Ley de Servicios de Empleo de 2012 establece una serie de requisitos para los trabajadores, que deben ser inmigrantes legales, titulares de documentos oficiales (por ejemplo pasaportes) de su país de origen. La nueva ley exige un contrato laboral que explicite claramente las condiciones de trabajo, la remuneración y las prestaciones de seguridad social a que tienen derecho, así como las condiciones para la repatriación. Antes los trabajadores dependían de los agentes intermediarios, que recibían una comisión del empleador y entregaban una miseria al obrero. Pero hoy en día, con la nueva ley, se ha declarado un salario mínimo y los contratos explicitan las condiciones de trabajo.
¿Qué pueden hacer los trabajadores cuando el patrón no respete estas condiciones?
Puede llamar a una línea gratuita. Una vez se registra un caso, se remite a la oficina laboral correspondiente. El gobierno paga los servicios de un intérprete que comunicará con el inmigrante. Antes, los mismos agentes actuaban como intérpretes, así que rara vez los trabajadores lograban un acuerdo justo. Actualmente, yo misma, o algún otro miembro del sindicato, intervenimos como intérpretes, asegurándonos así de que el trabajador esté bien representado y tenga una oportunidad de recibir lo que merece.
Conformemente a la nueva ley, el personal inmigrante solo puede trabajar un máximo de doce años, y al cabo de este plazo su contrato laboral expira. La idea consiste en velar por la protección del trabajador durante el período contratado en Taiwán y permitirle que ahorre fondos suficientes para regresar a su país y comenzar una nueva vida. Se intenta que los trabajadores inmigrantes no se casen con personas del lugar mientras trabajan aquí, y si lo hacen no pueden reivindicar ningún derecho de establecimiento en Taiwán.
Más información
www.taiwannews.com.tw/etn/news_content.php?id=2230091
Fundación del primer sindicato de trabajadores migrantes de Taiwán
http://laws.cla.gov.tw/eng/EngContent.asp?MsgID=68
Ley de Servicios de Empleo de Taiwán, 2012