EDITORIAL
Los derechos humanos de los migrantes
El Diálogo sobre migración, trabajo y ordenación pesquera de diciembre de 2013 en Bangkok logra el consenso en torno a los derechos de los pescadores migrantes
La migración de los trabajadores es una realidad presente desde hace tiempo en todo el mundo, pero las circunstancias y los sectores laborales donde ocurre han cambiado. Pese a los intentos oficiales por que la emigración sea segura y digna, los emigrantes siguen suministrando la mano de obra “barata” que cualquier sector económico ansía contratar. El sector pesquero atrae igualmente a los trabajadores migrantes, sobre todo en la flota de altura de mediana escala, cuyos armadores intentan obtener ganancias a toda costa, menoscabando así no solo la situación de los caladeros sino también la integridad y los derechos humanos de los trabajadores migrantes embarcados en los pesqueros. Este número de la Revista SAMUDRA destaca las numerosas facetas de este problema tal y como se presenta en Tailandia, reflejadas en un diálogo entre todas las partes interesadas que tuvo lugar en Bangkok (ver p.40).
Los trabajadores migrantes, empleados o contratados a bordo de pesqueros registrados en un Estado distinto al de su nacionalidad, están presentes...
EDITORIAL
Los derechos humanos de los migrantes
El Diálogo sobre migración, trabajo y ordenación pesquera de diciembre de 2013 en Bangkok logra el consenso en torno a los derechos de los pescadores migrantes
La migración de los trabajadores es una realidad presente desde hace tiempo en todo el mundo, pero las circunstancias y los sectores laborales donde ocurre han cambiado. Pese a los intentos oficiales por que la emigración sea segura y digna, los emigrantes siguen suministrando la mano de obra “barata” que cualquier sector económico ansía contratar. El sector pesquero atrae igualmente a los trabajadores migrantes, sobre todo en la flota de altura de mediana escala, cuyos armadores intentan obtener ganancias a toda costa, menoscabando así no solo la situación de los caladeros sino también la integridad y los derechos humanos de los trabajadores migrantes embarcados en los pesqueros. Este número de la Revista SAMUDRA destaca las numerosas facetas de este problema tal y como se presenta en Tailandia, reflejadas en un diálogo entre todas las partes interesadas que tuvo lugar en Bangkok (ver p.40).
Los trabajadores migrantes, empleados o contratados a bordo de pesqueros registrados en un Estado distinto al de su nacionalidad, están presentes frecuentemente en operaciones pesqueras de bajura, de altura y en aguas distantes de todo el mundo. En Asia constituyen una parte significativa de la mano de obra del sector pesquero de Tailandia, Corea, Malasia y Taiwán. Se calcula, por ejemplo, que prácticamente el 80% de los pescadores de Tailandia son migrantes. Entre ellos se encuentran unos 100.000 que proceden principalmente de Birmania, Camboya y Laos, lo que convierte a Tailandia en el principal destino de emigración de pescadores del mundo.
El resultado del Diálogo de Bangkok sobre migración, trabajo y ordenación pesquera muestra a las claras la dependencia del sector pesquero tailandés del personal migrante. Aunque muchos marineros trabajan de forma voluntaria y regular, un número considerable ha sido víctima de trata y sujeto a régimen de trabajo forzoso a bordo de los pesqueros. El Diálogo discutió los principales problemas de los trabajadores migrantes embarcados en pesqueros tailandeses en la costa tailandesa y las zonas marítimas adyacentes. Se examinaron las medidas jurídicas y políticas para abordar estos problemas.
El Diálogo reconoció que los trabajadores migrantes son la fuerza motriz de la pesca en Tailandia. Una legislación laboral adecuada en el sector pesquero del país podría garantizar el trabajo digno de estos pescadores y servir como acicate para otras jurisdicciones del mundo entero. Podría lograrse mediante beneficios directos, en concreto regularizando a los pescadores migrantes, facilitando su acceso a los mecanismos de protección laboral y bienestar, y logrando una mayor transparencia salarial y más sentido de la responsabilidad entre los armadores. Las normas laborales podrían funcionar además como herramienta de gestión pesquera, ya que la disponibilidad de mano de obra barata supone un perverso aliciente para una contraproducente expansión de la flota en la región.
En el Diálogo se detectaron variados matices en cuanto a la percepción de la escala y la extensión de los problemas de los trabajadores migrantes y la forma de paliarlos. Preocupan las siguientes cuestiones: ¿se toman en serio los armadores la regularización de los pescadores indocumentados?, ¿tiene interés para los pescadores mantenerse en la pesca marina a la larga?, ¿las reformas deben empezar por la parte de la provisión de mano de obra o por la parte de la contratación?, y, por último, la iniciativa de abordar como es debido estas preocupaciones, ¿corresponde al departamento de pesca o al de trabajo?
A pesar de las diferencias, los participantes en el Diálogo coincidieron en denunciar que la protección jurídica ofrecida actualmente a los trabajadores migrantes es muy insuficiente y debe completarse, mejorarse y desplegarse siguiendo las mejores prácticas, en particular algunas disposiciones esenciales del Convenio de la OIT sobre el trabajo en lapesca, 2007. Para mejorar las condiciones del personal migrante a bordo de la flota pesquera tailandesa consideraron necesario, entre otras cosas, desarrollar instrumentos para mejorar las prácticas de contratación, regular las horas de descanso y especificar las horas de trabajo a bordo de los pesqueros, redactar los contratos laborales en el idioma del trabajador y elaborar una lista de tripulantes, repatriar a los pescadores abandonados, velar por la regularidad y la transparencia de los pagos, proteger la salud y la seguridad en el trabajo, proporcionar seguridad social, enseñar el uso de los aparejos de pesca, facilitar la sindicación y crear un mecanismo de resolución de conflictos, así como abrir canales de comunicación eficaces. Se convino que la adopción de dichas medidas podría corregir problemas derivados de la trata de personas y el trabajo forzoso, por una parte, y de la retención de pescadores por otra parte.
Un aspecto gratificante del Diálogo de Bangkok fue que se alcanzó un amplio consenso en torno a temas que podrían haber resultado polémicos. Todos coincidieron en que los trabajadores migrantes son trabajadores con derechos humanos y laborales inalienables.