Noruega / MANEJO DE LOS RECURSOS PESQUEROS
El objetivo es la vida y no la pesca
La marginación de la mujer y de los pescadores a pequeña escala no contribuirá a resolver el conflicto por los recursos en Noruega
Este artículo ha sido escrito por Eva Munk-Madsen, que vive en Tromso, Noruega, y que investiga temas relacionados al rol de la mujer en la pesca.
Se sabe que el sector pesquero en Noruega se halla bien reglamentado en base a consideraciones científicas. Fueron los biólogos quienes proporcionaron principalmente las premisas para su manejo, en tanto que los economistas sólo dejaron sentir su influencia en las autoridades pesqueras en los últimos cinco a diez años.
En contraste a muchas comunidades de pescadores artesanales en el Sur, la industria pesquera a pequeña escala en Noruega no está supeditada a la encarnizada violencia característica de las embarcaciones pesqueras que requieren de un uso intensivo de capital ni a los proyectos de desarrollo que favorecen el uso de tecnologías a gran escala.
Noruega parece estar demostrando cómo es factible garantizar la permanencia del sector más sustentable de la industria pesquera a través del otorgamiento de leyes y reglamentos. En 1974, entró en vigencia la primera ley que regulaba la pesca, la...
Noruega / MANEJO DE LOS RECURSOS PESQUEROS
El objetivo es la vida y no la pesca
La marginación de la mujer y de los pescadores a pequeña escala no contribuirá a resolver el conflicto por los recursos en Noruega
Este artículo ha sido escrito por Eva Munk-Madsen, que vive en Tromso, Noruega, y que investiga temas relacionados al rol de la mujer en la pesca.
Se sabe que el sector pesquero en Noruega se halla bien reglamentado en base a consideraciones científicas. Fueron los biólogos quienes proporcionaron principalmente las premisas para su manejo, en tanto que los economistas sólo dejaron sentir su influencia en las autoridades pesqueras en los últimos cinco a diez años.
En contraste a muchas comunidades de pescadores artesanales en el Sur, la industria pesquera a pequeña escala en Noruega no está supeditada a la encarnizada violencia característica de las embarcaciones pesqueras que requieren de un uso intensivo de capital ni a los proyectos de desarrollo que favorecen el uso de tecnologías a gran escala.
Noruega parece estar demostrando cómo es factible garantizar la permanencia del sector más sustentable de la industria pesquera a través del otorgamiento de leyes y reglamentos. En 1974, entró en vigencia la primera ley que regulaba la pesca, la misma que tuvo como base la consideración de los recursos. A partir de ese momento, se otorgaron licencias para controlar la pesca a gran escala y aquella que utiliza artes activos como las redes arrastreras y cerqueras, limitando así el número de embarcaciones que podían tener acceso a los recursos pesqueros en Noruega.
En el año 1989, el libre acceso que prevalecía en la zona costera para los trabajadores pesqueros a pequeña escala que utilizan artes pasivos de pesca, como el anzuelo y cordel o los palangres, fue de un momento a otro suspendida. Esta medida fue tomada al comprobarse que el bacalao del ártico, el recurso pesquero más importante del país, registraba muy bajos niveles de stock, y también a causa del rol cada vez más activo que desempeña la ciencia, incluida la economía, en el manejo de los recursos pesqueros.
En general los trabajadores pesqueros y no en menor grado los trabajadores pesqueros a pequeña escala muestran preocupación por la depredación de los recursos. Sin embargo, la repentina prohibición de la pesca costera del bacalao en plena temporada, que es cuando éste se dirige hacia la costa para proveerse de alimento, causó conmoción en hombres, mujeres y niños en muchas de las dispersas comunidades costeras. Sentían que estaban pagando el costo de la sobre-explotación provocada por los barcos arrastreros de pesca de altura.
En Noruega, la pesca costera a pequeña escala depende del uso de botes altamente mecanizados, que tienen en promedio entre 4 y 12 metros, la mayoría equipados con moderna tecnología electrónica. Muchos préstamos para embarcaciones o equipos se otorgan tomando como garantía las viviendas familiares. La bancarrota y la venta obligada de las viviendas y de las embarcaciones resultó un asunto cotidiano a lo largo de la costa, dejando a los pescadores en un estado de humillación y apatía, mientras que aquellos que de alguna manera habían logrado sobrepasar la primera crisis se mostraban temerosos del futuro.
Las mujeres de los pescadores en Noruega siempre se han mantenido muy activas en los asuntos relacionados al bienestar social. Ellas han desempeñado un importante rol al lograr que este tema sea considerado como uno de los puntos de agenda de la asociación nacional de trabajadores pesqueros, conformada en su mayoría por miembros del sexo masculino.
Cuando la crisis social, económica y humana que afecta a la pesca costera alcanzaba su momento crítico, ellas espontáneamente organizaron a las mujeres en grupos de acción, dejando oír sus voces ante los medios de comunicación y ante la Primera Ministra, Gro Harlem Brundtland.
Derecho a la subsistencia
Las mujeres de los pescadores reclaman el derecho a mantener su estilo de vida y a que su dignidad sea restablecida, garantizando a sus maridos la oportunidad de desarrollar sus actividades en el sector pesquero y cumplir con sus obligaciones económicas. Afirman que la pesca costera no puede ser sólo percibida en términos de eficiencia económica y de competencia. Sus demandas tenían como objetivo rescatar un estilo de vida, en el que la población mantiene una estrecha vinculación con su medio ambiente social y natural. La pesca costera, y no la pesca de altura, ha permitido que se conserve una herencia cultural y que se desarrollen las pequeñas comunidades costeras, dando la oportunidad a diversas poblaciones a tener una vida significativa, y no simplemente asegurar la prosperidad de unos pocos.
En las comunidades pesqueras, las mujeres siempre han representado el hilo que mantiene la madeja. Mientras los hombres se encuentran fuera en sus labores de pesca estacional, ellas permiten que la familia y la comunidad se desarrollen en el aspecto social, cultural y material. A través de la crianza de animales (algunas ovejas y una vaca) tradicionalmente han sido las proveedoras no sólo del alimento diario sino de la ropa de lana que será utilizada en el hogar al igual que en las actividades de pesca.
En la década del ‘50 y del ‘60 esta producción doméstica se vio afectada. En la actualidad, debido a la modernización y a la especialización, el aporte de la mujer, en adición a las tareas domésticas, es utilizado para complementar los ingresos provenientes de la pesca y del trabajo asalariado. A medida que las oportunidades en el sector pesquero se reducen, tales ingresos complementarios están resultando cada vez más importantes.
Asimismo, la mujer está incursionando con fuerza en la política pesquera, dejando escuchar sus demandas para que los trabajadores pesqueros reciban un trato decente, justo y digno. Y entre ellas, cada vez con mayor frecuencia se abordan temas como el maltrato físico de que es objeto la mujer, los conflictos familiares o los divorcios a consecuencia de sus inactivos y frustrados maridos.
Si bien las mujeres de los pescadores como resultado de su participación política han logrado que se obtengan ciertos subsidios que permiten disminuir la carga económica impuesta por la veda del bacalao, asuntos tales como el futuro acceso a los recursos o su distribución son determinados por las autoridades y por la asociación nacional de trabajadores pesqueros. Para solucionar la crisis de los recursos pesqueros se introdujo el sistema de asignación de cuotas a las embarcaciones. Con ello, el libre acceso a los recursos del que gozaban los pescadores costeros pasó a la historia.
Los límites al esfuerzo de pesca se establecían por medio de la asignación de cuotas a las embarcaciones tanto de pesca a gran escala como a pequeña escala. En el caso de la pesca costera, no todas obtuvieron una cuota. Aquellas embarcaciones que en los últimos tres años habían registrado bajos niveles de captura del bacalao fueron excluidas. Al grupo más numeroso de pequeñas embarcaciones excluidas de este sistema de cuotas, se les reservó una pequeña cantidad del volumen total anual de captura permitida; sin embargo, cada una de ellas se encontraba igualmente limitada por un volumen máximo de captura.
Los que recién llegan a la zona no pueden ingresar a la pesca costera a menos que adquieran una embarcación que ya tiene asignada una cuota. El acceso reservado cumple así la función de la privatización de un recurso que anteriormente era de uso común. Cabe resaltar, que casi todos los propietarios de las embarcaciones son hombres.
La introducción del sistema de cuotas no ha hecho sino formalizar la propiedad masculina de los recursos pesqueros. Si bien la pesca es una actividad predominantemente masculina, las mujeres se dedicaban a ella siempre que resultaba necesario. Participaban en la pesca estacional de la sardina y del bacalao, donde muchas manos eran requeridas; se hacían a la mar uniéndose a sus hermanos, a sus padres o a sus maridos cuando la tripulación no resultaba suficiente.
En su hogar, en el fiordo, tomaban parte en la pesca de subsistencia, combinándola con las tareas cotidianas del hogar, la cocina, el lavado de la ropa y la atención de los animales. Si enviudaban debían pescar para proveer de este alimento a sus hijos. Ahora, sin embargo, el acceso es reservado y no se tienen en cuenta las necesidades sino los derechos que guían la distribución de los recursos pesqueros.
Paradójicamente, el histórico acceso de la mujer a los recursos pesqueros siempre estuvo basado en la necesidad y no en algún tipo de derecho. El caso de exclusión de los trabajadores pesqueros a pequeña escala en Noruega cuando se establecen sistemas restrictivos de acceso a los recursos no es nuevo. El sector pesquero industrializado cada vez con mayor frecuencia está enfrentando una crisis en relación a la disponibilidad de los recursos y está imponiendo en sus propias aguas distintas estrategias de manejo con el objetivo de limitar su acceso.
Impidiendo el acceso a los recursos de libre disponibilidad
Aunque es evidente que la sobre-explotación es resultado de las fuertes sumas de dinero que se invierten en mejorar la potencia de las máquinas y en la adopción de tecnologías pesqueras altamente eficientes, este desarrollo no ha sido detenido. Sin embargo, en lo que fácilmente podrá haber coincidencia es entre los gobiernos y aquellos trabajadores pesqueros que resulten más favorecidos con la imposición de límites al libre acceso a los recursos ambos concordarán en excluir a los grupos marginales.
A inicios de la década del ‘80 se produjo un fenómeno similar en Dinamarca. Los trabajadores pesqueros a pequeña escala que empleaban parte de su tiempo en la pesca fueron de un momento a otro considerados como individuos que se dedicaban a esta actividad en su tiempo libre y excluidos, por lo tanto, como intrusos. Estos trabajadores pesqueros que complementaban la pesca con otras actividades en el sector industrial informal o en trabajos asalariados cuando podían tener acceso a ellos, gradualmente fueron perdiendo su derecho a desarrollar la pesca a nivel comercial.
El objetivo de estos sistemas de manejo es favorecer la pesca intensiva de los recursos, en lugar de apoyar la pesca que tiene muy poco impacto en los recursos pesqueros y cuyas ganancias se distribuyen entre muchas manos.
La pesca a pequeña escala puede no resultar competitiva si la obtención de ingresos a través de la exportación es el único valor que cuenta.
En la pesca a pequeña escala muchos trabajadores pesqueros pueden asegurar su subsistencia con una pequeña cantidad de recursos. Ello dependerá de la forma cómo la mujer administre los recursos de todo tipo en el hogar y en la comunidad, siempre economizando y realizando las tareas visibles e invisibles necesarias para el normal desenvolvimiento de la vida cotidiana.
En la pesca a gran escala con barcos arrastreros, sólo unos pocos trabajadores pesqueros obtienen sus ingresos de una inmensa cantidad de recursos. Aún así, las formas de vida más sustentables a través de la pesca a pequeña escala no son respetadas ni por las autoridades ni por las asociaciones nacionales de trabajadores pesqueros.
El acuerdo entre el Estado Noruego y la asociación fue incluir la “escala de los arrastreros”. A medida que los stocks de bacalao aumenten y las cuotas puedan ser incrementadas, la distribución relativa entre arrastreros y embarcaciones de pesca costera puede modificarse a favor de los arrastreros. Ello significa que la marginación de aquellos que registran menores niveles de captura de bacalao será permanente. Aun cuando los recursos se encuentren en abundancia, los pescadores a pequeña escala, sean hombres, mujeres o niños, no tendrán libre acceso a ellos.
Cuando una embarcación es retirada y su propietario no transfiere su cuota a una nueva embarcación, ésta revierte al Estado. Los que recién llegan o aquellos que han sido excluidos del sistema de cuotas podrán presentar su solicitud para acceder a este número limitado de cuotas. Las reglas para la redistribución de las cuotas, sin embargo, prohiben la participación de embarcaciones que no alcancen los 8 m de longitud.
Sobre-industrialización
El objetivo que se persigue con la “escala de los arrastreros” y la sistemática marginación de las embarcaciones a pequeña escala favorecen un patrón de producción que ha probado ser ecológica y socialmente nosustentable. En general la sobreindustrialización y no exclusivamente en el sector pesquero lleva a la marginación de millones de personas en todo Europa. Si bien las autoridades pesqueras buscan el apoyo de los economistas especializados en el sector cuando consideran que el número de trabajadores pesqueros debe ser reducido para alcanzar un esfuerzo de pesca sustentable, lo que se está fomentando en realidad, al suprimir el libre acceso a los recursos es la marginación de la mujer y de los pescadores a pequeña escala.
Las esposas de los pescadores noruegos han introducido una nueva perspectiva en el debate acerca del desarrollo de la pesca, la importancia de la pesca costera como medio de subsistencia para muchas pequeñas comunidades y para asegurar una forma de vida social y culturalmente digna y significativa, la misma que está siendo destacada por dos organizaciones que denuncian lo injusto de las políticas pesqueras actuales.
La Asociación Noruega de Trabajadores Pesqueros Costeros exige que los pescadores costeros tengan pleno derecho al uso de artes pasivas de pesca, siempre y cuando éstas se utilicen en forma responsable y bajo control municipal. Para pertenecer a esta asociación y gozar de todos sus derechos, el individuo deberá figurar en el Registro Oficial de Pescadores, al que no todos tienen acceso, y pagar un derecho en la oficina correspondiente de la Asociación Nacional de Trabajadores Pesqueros. Esta cuota es deducida del producto de la venta del pescado capturado. Debido a las enérgicas protestas que se han suscitado a lo largo de estos últimos años, esta cuota ha sido reducida de un 1 por ciento a un 0.4 por ciento del valor de la captura.
La segunda asociación denominada Acceso Libre a los Recursos Pesqueros de Uso Común, que permite que cualquier individuo que viva en el país pueda ser considerado miembro con plenos derechos y facultades, presentó un caso en contra del Estado demandando que el derecho histórico de usufructo común de los recursos no puede ser otorgado exclusivamente a un grupo de trabajadores pesqueros a expensas de otros. A pesar que la Asociación perdió el caso en la Corte de la ciudad, está ahora presentándolo ante el Tribunal Superior.
La resistencia a los ataques en el sector pesquero más sustentable está presente. El tema de la depredación de los recursos recibe el apoyo de los movimientos ambientalistas en Noruega, pero las voces de las mujeres son indispensables en el debate para mantener una perspectiva más amplia que incluya los aspectos sociales y culturales de la pesca.
Las mujeres en Noruega son conscientes de que el objetivo es la vida y no la pesca. El conflicto que enfrentan en la actualidad va mucho más allá que una simple lucha entre grupos de interés. Tiene que ver con la dirección que está tomando el desarrollo de la pesca en los países industrializados ¿van a ser ellos capaces de apoyar formas de vida social y económicamente sustentables?